El viento, violento

   En compensación, por la falta de Setiembre.

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   Escuchando, inmerso en la madrugada de Pocitos, el viento gritar y chiflar y aullar, de ella apropiándose. Nosotros, a su merced.

  ¿A quién llama y reclama? ¿Por quién aguarda? ¿Qué desea? No puede comunicármelo: no hablo su lenguaje; entonces, no poseo la capacidad de ayudarlo, ni entender su visiblemente embroncada expresión, por más que eleve mucho el tono de su voz.

   Tanto aves heridas, como fragmentos de flores y hojas-también de papel- danzando sobre la acera, ignorando, por obra y capricho de él, la gravedad, formando divertidas expresiones en el aire violento, que se estrella contra los ventanales ubicados delante de mí.

   La poca gente que queda tan tarde, caminando muy rápido, intentando socorrerse y guarecerse: nadie se quiere parar a escucharlo.

   En ocasiones se calma o se apiada; en otras, arremete y con más bronca, más decidido o al menos, obcecado. Nadie logra(y creo que tampoco quiere) complacer su aspiración de ser entendido; y él no se vence, sino repite, con la visible esperanza de hacerse comprender(¿interpretar?) y auxiliar.

   Casi todos nosotros quienes representamos a la vigilia, expectantes; algunos, en ascuas. Quienes duermen, ignorando el evento, dedicándose a sus fantasías oníricas.

   Para rematar, yo tomando mate dulce, un pecado casi imperdonable. Casi casi, tanto como el de dormir. Me salvo de la condena, únicamente porque no lo endulzo con azúcar, ni tampoco con un recuerdo.

    Octubre de 2012.

Equis. 

El oteo de detalles, que te hace sentir vivo

   Me había propuesto publicar mensualmente y no lo logré, porque dejé a Setiembre vacante; aunque igual, mientras trabajaba se me ocurrió una especie de texto en prosa, y aprovechando que no había seleccionado fotos, lo subo. Ignoro si poseerá algún valor, aunque a mí me gustó. Saludos para todos.

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   Qué difícil cuando lo único bueno son meros detalles, tal vez un aroma, un lunar en cierto sitio gracioso o poco habitual, una sonrisa inesperada y asimismo oculta, también un movimiento extraño de los dedos, o una pequeña acción casi imperceptible entre muchos otros ejemplos, y dar las gracias, que se termina; mas qué bueno cuando alguien lo nota, porque significa que realmente se fijó, de verdad prestó atención a ti, y escudriñó en serio tu persona, hasta sus regiones más, en sí generalmente accesibles, sólo que tapadas por el velo que muchas veces instalamos nosotros mismos en nuestras miradas, y por la costumbre: al ser consuetudinario mirar eso, nos privamos a nosotros mismos justamente, de poder verlo, de percibirlo, y en consecuencia termina siendo inexplorado.

   Aún así, a pesar del subsiguiente placer, uno se siente a priori, casi avasallado, justamente quasi violado(permítaseme la agresividad de la palabra) en sus regiones más íntimas y no me estoy refiriendo a las erógenas, pues creía que nadie habría de reparar en esa minucia; y aún sin pistas, sin carteles, sin indicadores, sin señales, y mucho menos aún disponiendo de palabras delatoras, menciones ni tampoco advertencias, más que tal vez por ejemplo una observada siesta luego del amor vespertino, a la hora del ángelus, una personita lo consiguió, y además lo hizo notar al implicado, que sí conocía, por supuesto, esa particularidad suya, ese podría llamarse, sello de fábrica.

   A ojos del resto, de todos los no-integrantes de ese dúo, de esa pareja que de manera probable no será tal únicamente en una ocasión, resultará una cosa de lo más idiota: allá ellos, pues en serio que agrada y sobre todo demuestra interés-o en cambio aburrimiento, já, aunque opto por la propuesta inicial-, y mucho.

  Octubre de 2012.

Equis.