domingo, 8 de abril de 2018

Otro aprendizaje más

  Cuando te arrepentís sinceramente, ya no es tu responsabilidad: cometiste una falta, y lo aceptaste. La otra persona elige, pues, si absolverte, o cargar con ello.

  Cuando te arrepentís de manera franca, cuando aceptás que te equivocaste, que metiste la pata, y en qué, el problema deja de ser tuyo: el otro decidirá si excusarte, o no. Sin embargo, lo principal está en reconocer uno mismo, el error, aceptarlo, y perdonarse uno a sí mismo.

  Las disculpas de un tercero, son, al decir de Camus, las de un extranjero. Y acerca de ellas, no se puede hacer nada desde la propia humanidad. Alguien más decidirá, en soledad, y en su fuero más íntimo, si perdonarte o no. Mas tu parte ya la hiciste: reconociste que estuviste mal, y en qué, y te arrepentiste. Y lo comunicaste. No continúes, pues, revolcándote en el barro, por algo que depende de alguien que ya tomó su elección. Tanto si escogiere por sí, como por no, no podés hacer nada: no depende de ti, sino de alguien más.

  Si te exime, óptimo; de lo contrario, puede que en realidad, esa persona esté perdiendo en realidad, más que tú. ¿O acaso ella nunca comete errores? ¿Jamás se equivoca en nada? ¿A qué insistir? Eso sí: no te mientas a ti mismo, que es lo más fácil, sino hacé un examen de conciencia sincero y desapasionado.

  Además, ese ser humano está en todo su derecho y en toda su libertad, de preferir si sí, o si no. Y necesitás respetarle, sea cual sea su decisión.- Y estés de acuerdo o no.

  Lo aprendí más temprano, gracias a un ilustre desconocido, que habló durante cinco meros minutos, o quizá incluso menos, y ni siquiera a mí en particular, ni sobre mi caso en específico.

  Obligado NADIE está, NUNCA, a perdonarte NADA. Así hayas hecho muchisisísimo por esa persona, antes: ella es libre de decidir si sí o si no, repito. Y ni siquiera necesita basarse en nada que a ti te parezca importante: puede que lo ante ti es insignificante, delante del otro es un mundo; y lo que al otro le parece una nimiedad, ante ti es importantísimo y trascendental.*

  Agradezco y muchísimo a esa persona por, sin siquiera proponérselo, habérmelo enseñado.

  Demostré mi gratitud, con un abrazo. Ignoro si resultó suficiente, o no; aunque no se me ocurrió otro modo de agradecerle.

  Post data: otro aprendizaje relativamente reciente, aunque un poco anterior, relacionado con el párrafo del asterisco: cuando alguien te comunica que algo le molesta, o le incomoda, o le hiere, así a ti no, y te parezca carente de importancia, TOMALO EN CUENTA.- Y aplicá y no repitas aquello que le lastimó.- Aunque no te embrome a ti, la otra persona no te lo dice por decir. Su cosmovisión evidentemente difiere de la tuya, y está en todo su derecho: respetale.- En este caso no corresponde aquello de «no hagas lo que no te gusta que te hagan», pues tal cosa a ti no te disgustaría; sin embargo, sí aplica esto último, con esa otra persona: le hace mal, y es razón más que suficientísima, para abandonar esa conducta.-



Licencia Creative Commons
Puestas de Sol por Equis se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

No hay comentarios:

Publicar un comentario